La Magia de la Respiración
La Magia de la Respiración
Hemos aprendido que, mediante la respiración, los seres vivos intercambiamos gases con el medio externo. Cada vez que inspiramos, los alveolos -millones de diminutos sacos aéreos que se encuentran en nuestros pulmones- se llenan de aire cargado de oxígeno; simultáneamente, el corazón bombea la sangre que el cuerpo ha utilizado hacia los pulmones, libera dióxido de carbono y toma el oxígeno del aire inspirado. Esta sangre renovada se transporta nuevamente hacia el corazón para ser bombeada al resto del cuerpo y el dióxido de carbono que fue liberado, se expulsa a través de nuestras exhalaciones. Este proceso es tan familiar para nosotros que pocas veces nos detenemos a observarlo y mucho menos a intentar ejercer un control sobre el mismo.
Sin embargo, existen tradiciones para las cuales la respiración no es meramente un proceso fisiológico por lo que es preciso prestarle mayor atención. Específicamente, para el yoga, la práctica del prânâyâma es fundamental. En sánscrito, el término prâna se utiliza para denominar la energía esencial del universo y ayama significa controlar y expandir o alargar.
Para la ciencia, existen distintos tipos de energía como la eléctrica, térmica, nuclear, etc. No obstante, el prâna no se puede encasillar en ninguna de ellas pues tiene una gran variedad de manifestaciones. De esta forma, podemos encontrar prânâ en todo aquello que nos proporcione salud y vitalidad como la luz solar, el aire, el agua y los alimentos puros; en emociones positivas como la alegría, el amor y la serenidad; e incluso en acciones puras y comportamientos correctos.
Dentro de todos estos “tipos” de prâna, el que aporta la respiración es considerado esencial; de forma que, la práctica de prânâyâma refiere específicamente a todas aquellas técnicas respiratorias mediante las cuales es posible regular el prâna en nuestro interior. Al realizar estos ejercicios con disciplina y constancia podemos ser capaces de “cargarnos” de energía vital mejorando nuestra salud física y al mismo tiempo, de activar ciertas energías latentes en nuestro interior que nos permitirán conectar con una dimensión más profunda.
Según el Hatha Yoga, en nuestro cuerpo sutil, podemos encontrar incontables canales de energía o nâdî en el cuerpo, a través de los cuales el prâna fluye. En la práctica del prânâyâma se considera que los más importantes son: idâ, pingalâ y sushumnâ. Sushumnâ va en línea recta hacia arriba por el interior de la columna vertebral; idâ y pingalâ cruzan la columna de un lado a otro varias veces. La energía de Idâ nâdî entra por la fosa nasal izquierda y representa nuestro aspecto femenino, la energía fría de la luna; pingalâ nâdî pasa por la derecha y representa nuestro aspecto masculino, la energía caliente del sol.
Otra parte muy importante de esta fisiología sutil son los chakras, que son centros donde se condensa el prâna. Al igual que los nâdî existen numerosos chakras, sin embargo, se consideran siete principales, localizados a lo largo de la columna vertebral:
— Sahasrâra chakra (loto de los mil pétalos): Localizado en la coronilla, es un centro psicoenergético de estructura luminosa compuesto de innumerables filamentos que se extienden hasta el infinito por lo que está asociado con la “iluminación”.
— Âjñâ chakra (loto del conocimiento): Ubicado en el entrecejo, popularmente se le denomina el “tercer ojo”, se asocia a la intuición y las percepciones sutiles.
— Vishuddha chakra (loto de la pureza): Se encuentra en la garganta conectado con el espacio vacío o âkâsha y con el sonido; se le asocia a la expresión creativa.
— Anâhata chakra (loto del sonido místico): Localizado cerca del corazón, se asocia con las emociones. Se dice que, al activarlo, es posible escuchar el sonido místico denominado “nâda”.
— Manipûra chakra (loto de la ciudad de las joyas): Ubicado en el ombligo, se corresponde con el plexo solar y se le asocia con la voluntad.
— Svâdhishthâna chakra (loto establecido en sí mismo): Se localiza en la zona de los genitales y se le asocia con los instintos creativos y los impulsos sexuales.
— Mûlâdhâra chakra (loto raíz). Se localiza en la base de la columna y constituye el soporte de los demás chakras; se le asocia con el arraigo y la inmanencia.
Idealmente, el prâna circula libremente a lo largo de todos estos canales y centros energéticos, pero existen casos en los que ocurren bloqueos. Cuando esto sucede, la práctica del prânâyâma nos ayudará a liberar esos bloqueos para que el pranâ fluya adecuadamente.
Por otro lado, según los sistemas tántricos, la energía divina se polariza en kundalinî (energía estática o potencial) y prâna (energía dinámica). Se dice que el prâna es el encargado de preservar los procesos vitales, mientras que kundalinî se mantiene enrollada en el chakra raíz. Esta tradición identifica a kundalinî con la fuerza evolutiva de la especie humana y se la representa en forma de serpiente. Se afirma que, a través de una práctica constante, kundalinî despierta y asciende por la columna vertebral, dirigiéndose al encuentro de purusha, situado en el chakra sahasrara y cuando esto sucede, se produce el samâdhi más profundo.
Existen otras interpretaciones menos místicas de Kundalinî, las cuales la identifican con avidyâ o la ignorancia esencial de todo ser humano. En este contexto, sería un obstáculo psicológico y no tanto una fuerza a desarrollar. Aun cuando se trata de una explicación más racional, coincide en que la práctica del prânâyâma es muy importante pues se piensa que este obstáculo sólo puede ser eliminado dirigiendo prâna a su encuentro. El prâna que asciende por sushumnâ, “quema” la ignorancia, eliminando los obstáculos que impiden su libre circulación para poder llegar al samâdhi.
Después de este recorrido, sólo me resta decir que, así nos quedáramos con la explicación meramente fisiológica, no podemos negar que la respiración es un proceso mágico que preserva la vida. Sin embargo, si nos damos la oportunidad de observarla y trabajar con ella, sin duda nos maravillaremos aún más. En Nahua Yoga ofrecemos cursos y talleres que te darán herramientas para expandir tu conocimiento sobre este y otros temas.
Prânâyâma aparta el velo que cubre la luz del conocimiento y anuncia el principio de la sabiduría.
- (Patanjali, Yoga Sûtra II.52)
Liliana Plata
Liliana es pedagoga, psicoterapeuta y practicante de yoga. Ha tenido la oportunidad de aprender de grandes maestros y vivenciar el yoga como un camino de autoconocimiento, el cual nos permite entrar en contacto con la esencia del ser. Certificada por Yoga Alliance® y Yoga Inbound Alliance®. disfruta desde hace más de 11 años de compartir la práctica con la visión de que el yoga es para todos y que lo más importante es no dejarlo en el tapete sino hacerlo parte de la vida diaria.
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